Impugnar las prácticas de seguros desleales
Es una realidad decepcionante que algunas compañías de seguros den prioridad a los beneficios sobre las necesidades de sus asegurados. Estas compañías pueden poner trabas burocráticas o denegar injustamente reclamaciones válidas, como demuestran las investigaciones del gobierno. Si te enfrentas a una situación así, en la que te deniegan, infravaloran o retrasan una reclamación válida, acudir a un abogado experto puede ser tu mejor defensa. Goldfaden Benson está aquí para ayudarte en estos tiempos difíciles. Ponte en contacto con nosotros para una consulta gratuita.
Se espera que las compañías de seguros actúen bajo un «pacto implícito de buena fe y trato justo», asegurándose de que tramitan las reclamaciones de forma justa y sin dejar que interfieran los beneficios. Cuando no lo hacen, constituye «mala fe», y puede estar justificada una acción legal. Un abogado especializado en seguros de mala fe puede ayudarte a evaluar la solidez de tu caso y las probabilidades de éxito. Entre los indicios habituales de mala fe figuran las peticiones de documentación poco razonables, las investigaciones incompletas, los motivos de denegación poco claros, los retrasos en los pagos, los acuerdos injustos, la interpretación errónea de la póliza, etc.
Un ejemplo notable de mala fe es Unum, uno de los principales proveedores de seguros de invalidez. Una investigación de 2004 reveló que la empresa había denegado solicitudes válidas para aumentar sus beneficios, estableciendo cuotas de denegación de solicitudes. Este comportamiento pone de relieve la necesidad de exigir responsabilidades a estas empresas.
Enfrentarse solo a las grandes compañías de seguros puede ser desalentador. Suelen tener equipos jurídicos dedicados a minimizar los pagos. Aquí es donde resulta crucial contar con un abogado. Un abogado experto en seguros de mala fe puede sortear las complejidades de tu reclamación y las tácticas de la aseguradora, permitiéndote centrarte en tu salud y tu familia.
El papel de un abogado es vital para determinar si las acciones de tu aseguradora equivalen a mala fe. Cada reclamación es única, y el lenguaje de las pólizas varía. Un abogado especializado en seguros de mala fe puede evaluar tu situación y asesorarte sobre la posibilidad de una demanda válida por mala fe. En EE.UU., la ley permite daños punitivos en estos casos. Esto significa que podrías tener derecho no sólo al importe de la reclamación original, sino también a una indemnización adicional si se demuestra que la compañía de seguros actuó deliberadamente de mala fe.
El Departamento de Seguros de California (CDI ) ofrece vías para presentar reclamaciones y solicitar asistencia. Los asegurados pueden presentar una queja directamente a través de la plataforma del CDI si se encuentran con problemas como la denegación de reclamaciones, retrasos en su tramitación o cualquier otra práctica que pueda constituir mala fe por parte de la aseguradora. Este proceso permite una forma estructurada de abordar las quejas y buscar una solución. Aunque estas vías a veces pueden proporcionar alivio, hay ocasiones en las que contratar a un abogado especializado en seguros de mala fe es la mejor forma de actuar.
El seguro de mala fe se produce cuando una compañía de seguros incumple sus obligaciones con los asegurados, como denegar reclamaciones válidas, retrasar los pagos u ofrecer liquidaciones irrazonablemente bajas. Implica prácticas deshonestas o injustas que infringen las condiciones de la póliza de seguro o las leyes estatales.
Un abogado de seguros de mala fe está especializado en exigir responsabilidades a las compañías de seguros por prácticas desleales. Ayudan a los asegurados a presentar reclamaciones, negociar acuerdos y emprender acciones legales para recuperar indemnizaciones por reclamaciones denegadas o mal pagadas.
Entre los signos habituales de mala fe se incluyen:
Denegar una reclamación sin un motivo válido.
Retrasar innecesariamente el proceso de reclamación.
No investigar una reclamación con prontitud.
Ofrecer una indemnización muy inferior al valor del siniestro.
Malinterpretar el lenguaje de la póliza para evitar el pago.
Si sospechas que hay mala fe, consulta a un abogado para que evalúe tu caso.
Según el caso, puedes recuperarte:
El importe original de la reclamación.
Indemnización compensatoria por las pérdidas adicionales causadas por la denegación.
Daños punitivos para castigar a la aseguradora por un comportamiento atroz.
Honorarios de abogado y costas judiciales.
El plazo (ley de prescripción) varía según el estado, y suele oscilar entre 1 y 6 años. Es crucial actuar con rapidez y consultar a un abogado para asegurarte de que tu reclamación se presenta a tiempo.
En Goldfaden Benson, no sólo llevamos casos: los ganamos. Aportamos 21 años de experiencia, tácticas de negociación agresivas y un profundo compromiso para conseguir la máxima indemnización posible para nuestros clientes. Las compañías de seguros conocen nuestro nombre y saben que no retrocederemos hasta que obtengas lo que te mereces.
No se trata sólo de la indemnización, sino de tu futuro. Tu recuperación, tu medio de vida y tu capacidad para seguir adelante dependen del resultado de tu caso. No te arriesgues con abogados sin experiencia ni intentes llevar esta batalla tú solo. Déjanos defenderte, luchar por tus derechos y conseguir los resultados que mereces.
Tu caso importa. Tu futuro importa. Ganémoslo juntos.
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